Esta noche, en la Melany, regresa un clásico del humor. Se define como un "standupero criollo". Y agrega: "Me gusta marcar mi territorio y por eso cada show lleva mi nombre".
Hace cuatro décadas que el Gato Peters está haciendo reír a toda la Argentina. De aquellas primeras presentaciones radiales con Fernando Bravo o en televisión con Gerardo Sofovich, a las temporadas de teatro, el Gato Peters ya forma parte de la cultura popular. Mar del Plata no es la excepción y hoy, como todos los jueves a las 22 en la sala Melany del Centro de Arte Radio City+Roxy+Melany de San Luis 1750, Peters realiza una pincelada de humor campero o como también se hace llamar, un “standupero criollo”, con su nuevo show titulado “Habemus Gato (rían por mí)”.
“Como buen gato me gusta marcar mi territorio y por eso cada show lleva mi nombre. Cada historia es un monólogo que recrea una ambientación, guitarra mediante y con anécdotas renovadas”, afirma el Gato Peters quien se define a sí mismo como “un tipo del interior, veterinario, que sale todos los días a recibir historias de la gente de diferentes puntos del país. Soy una persona que nació en un pueblo, se fue a estudiar a la ciudad y volvió a sus raíces. Desde esa experiencia nutro cada uno de los cuentos con los que intento hacer reír a la gente, hace 40 años y con quienes tengo un vínculo intacto a pesar del paso del tiempo”.
El Gato Peters dibuja en sus versos la idiosincrasia argentina bajo la atenta mirada de un cuentista o monologuista, describiendo a través de sus historias los paisajes autóctonos y los mitos de cada región. “Siempre sospecho que alguien del público ya me ha visto con anterioridad y es por eso que todos los años estreno un show nuevo, lo paseo por toda la Argentina y a fin de año, lo guardo en un disco”, señaló.
Peters tiene el don de analizar a la perfección al ser nacional y lo narra con su estilo inconfundible: un humor simple y directo, pero a la vez sutil e inteligente. “Cuando veo en el público una mirada cómplice me alegro porque sé que desde la butaca están conmigo dentro de la historia. Llevo más de cuatro décadas de carrera y lo sigo disfrutando como el primer día.
Sobre su material, el Gato Peters concluyó que “las historias no tienen dueño: son como esos perros sueltos que si les haces un mimo, se quedan con vos. Así son los dichos, que pasan de boca en boca y se exageran pero no dejan de repetirse de pueblo en pueblo y de barrio en barrio, incluso aunque cambien los protagonistas”.
En el espectáculo que presenta este verano en Mar del Plata, el humorista analiza con ironía la actualidad y las modas. Así surgen textos como la parrillada de verduras con “La parrilla no se mancha”; la comparación graciosa del paso del tiempo con lo que ocurre en la peluquería de caballeros; anécdotas de pueblo con “De gomerías y gomeros” o un accidentado festival de verano con “La fiesta del cascarudo”. También, los modismos coloquiales en “Formas de hablar de la gente”, las tradicionales anécdotas de personajes del campo entre otras.